Cuando tenemos problemas personales familiares y laborales tendemos a sufrir crisis nerviosas o como también se denomina “el bajón emocional”, e intentamos buscar en otras personas esa ayuda para al menos desahogarnos y para que nos den algún sabio consejo de su propia experiencia o tan solo tranquilizándonos haciéndonos ver y valorar lo que nos rodea, para poder seguir adelante sin ese estrés o malestar. Pero la vida es tan compleja y dura que muchas de las veces la gente que te rodea no son capaces de escuchar esos problemas tuyos, porque ya ellos tienen bastante como para encima estar soportando los de otro. Menos mal que estos que piensan así son solo unos pocos, se piensa uno.
Aquí es cuando uno mismo debe sacar el coraje, los valores que le han sido enseñados y valorar lo que ha conseguido, porque la vida no es fácil y siempre está llena de obstáculos, y aun así hemos logrado salir de ellas con nuestro esfuerzo, lucha y tesón.
Debemos pensar que si otros han podido salir de los problemas porque nosotros no vamos a poder remontar este mal trago que estemos pasando. Este es un método de motivación que hemos pensado con frecuencia y que en momentos concretos nos ha ayudado a superar las adversidades sobre todo laborales y más en estos tiempos de crisis, donde todo nos parece oscuro.
Por eso, cuando la vida te dé un fuerte o inesperado golpe, intenta recomponerte tú mismo moralmente, sacando toda tu fuerza e intenta compartirlo con aquellas personas que estén dispuestas a escucharte.